lunes, 6 de agosto de 2012

DIOS Y LOS DEMAS

Yo quiero reconocer el derecho que tienen todos los seres humanos a profesar la fe que les venga en ganas.

Pero quisiera que, así mismo, los creyentes sepan reconocer el derecho que tienen los demás a ser respetados en sus creencias.

Además entiendo que algunos creyentes también creen que Dios es sordo. y que la conversión es algo obligatorio.

De otra manera me niego a entender como es posible que alguien estacione un vehículo con 4 bocinas bien potentes, frente a un sector de oficinas y comercios, donde hay escuelas e institutos, para difundir una prédica durante mas de una hora, a un volumen abusivo.

Y no puedes decir nada porque te acusan de hereje, de ateo, de anticristo, de todas las cosas habidas y por haber.

En la misma biblia se establece, en Eclesiastés 3:1 "Todo tiene su tiempo bajo el cielo"...

Entonces, no es posible que todos tengamos que soportar unos alto parlantes gritando "A su nombre, a su nombre, a su nombre, a su nombre, a su nombre"..... durante 5 minutos corridos. 

O es que en el nombre de Dios yo puedo hacer lo que me venga en ganas?

Me parece que es incorrecto utilizar altavoces en lugares de oficinas, frente a escuelas e institutos, en áreas comerciales, sin importar el contenido de lo que se difunda, lo mismo un reguetón, una bachata o un sermón.

Tenemos que profesar y propagar nuestra fe. Ese es un mandato de todos los dogmas de la tierra. Pero tenemos que respetar a los demás. No es posible convencer de nuestra verdad a alguien que siente que lo hemos maltratado.

"Id  por todo el mundo y predicad...El que creyere será salvo". En ningún momento se manda a obligar a nadie a creer. Así que vamos a hacerle caso a ECLESIASTES 3:7 cuando dice que hay "un tiempo para guardar silencio y un tiempo para hablar".

Yo lo traduzco a "dominicano" moderno y digo que hay "un tiempo para escandalizar y un tiempo para respetar la tranquilidad de los demás".

Ernesto Rymer
La Romana