lunes, 23 de enero de 2012

La serpiente se come su cola IV

El general S ha tenido varias mujeres, desde su ingreso a la policía. Y tiene hijos con tres de ellas, pero hay una preferida, a la que llama su esposa, aunque nunca se ha casado realmente.
Tiene dos hijas con una señora de La Vega, a las que ve muy ocasionalmente, aunque eso si, él nunca les ha faltado, y ellas, al igual que sus otros vástagos, han recibido siempre el soporte de su padre..
Ahora, el general está de puesto en un pueblo del este del país y es muy querido y respetado por todos.
Tiene fama de hombre duro y los delincuentes tiemblan de solo oír su nombre.
El recibe 40 mil pesos mensuales(entre otras "mordidas") de los dueños de los principales prostíbulos de la ciudad, por la "protección " y por hacerse de la vista gorda, cuando hay algún problema con una de las trabajadoras sexuales, que se quejan, a veces, de ser abusadas y esclavizadas por los propietarios de los establecimientos donde "trabajan".
Con frecuencia se escucha la queja de que las chicas son raptadas en pueblos lejanos y traídas aquí y obligadas a ejercer la prostitución, la mayoría de las veces, en contra de su voluntad.
Cuando eso llega al oído del general, este manda a hacer una inspección, que usualmente termina con una golpiza a una de las denunciantes., lo que contribuye a aumentar el terror en que viven las infelices que, voluntaria o involuntariamente, han caído en ese submundo, de miseria para ellas pero muy lucrativo para los dueños.
El general también recibe pagos en naturaleza, ya que cada cierto tiempo, cuando llega una camada nueva de trabajadoras, le envían una de las mas jóvenes y agraciadas, sin costo y con mucha discreción.
Además es muy medido con las bebidas, nunca se pasa de tragos; pero cuando bebe en uno de estos establecimientos, a la hora de pagar, siempre aparece que la cuenta ha sido saldada por un "amigo".
El lunes último era día de revision del nuevo "cargamento", llegado en el fin de semana y le avisaron que le tenían reservado un pimpollito de lo mas delicado,  jovencita, como a él le gustan.
Esa noche llegó temprano y se tomó unos sorbos de bebida cara, solo para entrar en ambiente, no quería abusar, para estar en forma, para el "banquete" que le habían ofrecido.
Por fin le avisaron que todo estaba listo y penetró al lugar que ya le era familiar. Una chica despampanante estaba de espaldas a la puerta, en un camisón transparente, que dejaba apenas ver, a la tenue luz de la habitación, un cuerpo de ensueño.
Se acercó lentamente, mojándose los labios con la punta de la lengua, relamiéndose de antemano y dándole la razón a quien le había dicho que le tenían un "manjar". para esa noche.
Le pasó  a la chica por el lado izquierdo y le tocó el hombro. Ella volteó la cara y lo miró de frente.
En ese momento el mundo se paralizó, la sangre se detuvo en todo su cuerpo y sintió como el corazón se le aceleraba mucho mas de lo que ya estaba.
Ambos quedaron en silencio mirándose uno al otro a los ojos. Ambos quedaron con la boca abierta y a ella empezaron a correrle las lágrimas por las mejillas, y aún con la boca abierta y los ojos fijos en él, ella solo atinó a decir:
 "Papá".