Es tradición que los seres humanos pongamos nuestro interés particular como interés colectivo y que, con frecuencia, expresemos nuestras opiniones personales diciendo que son la opinión del colectivo.
Por ello no es raro oír que La Virgen de la Altagracia es la madre protectora del pueblo dominicano.
Eso es una afirmación completamente falsa, por que no es mi patrona, ni mi madre, ni mi protectora, ni mi virgen, ni mi nada.
Y si no lo es mía no lo es del pueblo dominicano, a menos que me excluyan a mi como parte del pueblo.
Pero así como no es mía, tampoco lo es de una gran parte de la población que no es católica.
Me parece que muchos evangélicos están entre esos que no reconocen a esa figura mitológica como su protectora.
Por eso es que en la democracia se separa completamente la religión de la política, porque siempre habrá quien se sienta insultado por afirmaciones tan incoherentes por esa de que la supuesta virgen es su patrona o, peor aun, su madre protectora.
