lunes, 25 de julio de 2011

La lección del PLD


Considero que el Partido de la Liberación Dominicana no ha explotado adecuadamente aún la trascendencia del acto del 26 de junio, en el que el ganador de la candidatura presidencial del Partido recibió el respaldo incondicional y absoluto de los perdedores en la contienda interna por la nominación.


En la República Dominicana es norma y costumbre que nadie pierde. Hasta en un club de dominó, el aspirante derrotado habla de manejos y hasta de fraude y se resiste a reconocer la victoria del ganador.

Mientras más grande es la organización, más difíciles se presentan las situaciones, luego de un proceso de elección interna. Esto es así con muy pocas excepciones.

Y una de las mas honrosas excepciones la acaba de ofrecer el PLD, cuando todos los aspirantes, los que se retiraron y los que llegaron hasta el final, reconocieron la victoria de Danilo Medina, felicitaron al ganador y se pusieron incondicionalmente a sus órdenes, para conformar un proyecto triunfante con miras a las elecciones generales del próximo año.

Aun con mis diferencias en cuanto a la forma como se está dirigiendo el Partido, con su escaso desarrollo institucional y su alejamiento de las teorías boschistas de conducción del Estado, confieso que sentí un gran orgullo de ser peledeista, al ver ese acto del 26 de junio, en el que Radhamés Segura, Francisco Domínguez Brito y José Tomás Pérez felicitaban a Danilo Medina y lo proclamaban como el candidato oficial del PLD.

Esto sucedió apenas 3 horas después del cierre de los centros de votación, cuando el conteo oficial de los votos solo iba por el 20 %.

Para minimizar el impacto de ese acto, los contrarios se han desgañitado diciendo que el PLD abultó los resultados y que no es cierto que votó un millón de personas.

Y yo les pregunto: Cuantos votaron? Votaron quinientos mil, votaron doscientos mil, o cien mil, o solo cincuenta mil?

El caso es que si fueron solo cincuenta mil, fueron cincuenta mil peledeístas; y todo el mundo, todos los aspirantes y los seguidores de todos los aspirantes, acepta los resultados como buenos y válidos.

Porque, a pesar de nuestras fallas y de nuestros errores, en el PLD seguimos apostando a la calidad más que a la cantidad.

Y es esa calidad la que nos aportará la cantidad para volver a ganar las elecciones, en el 2012, muy posiblemente en la primera vuelta.