martes, 4 de octubre de 2011

La serpiente se come su cola III

El capitán fulano es el jefe de puesto en el área.
En el día de hoy le han ordenado hacer un operativo, para detectar el trasiego de madera y de carbón, desde los montes cercanos a la playa y sus alrededores.
Apenas han comenzado a detener vehículos de carga, cuando les llega una camioneta grande, doble cabina, con tres ocupantes y un cargamento que apenas cabe en la parte trasera.  Uno de los agentes llama al capitán, pues el conductor se niega a hablar con un subalterno.
-Buenos días señor, estamos haciendo un operativo para revisar las cargas de los vehículos. Se puede saber que llevan ustedes ahí?
-Mire, capitán, este es un asunto del senador. Y tenemos prisa. Déjennos pasar y les haremos llegar una gratificación.
-Si; pero qué es lo que llevan?
-Es una mercancía de los jefes; no me haga tener que llamar.
-Pues llame. De aquí no pasan si no me dejan revisar lo que llevan.
-Eso lo veremos.
El conductor marca un número en su celular y al momento se comunica
-Buenos días, señor; estamos en Veron, y hay un capitán que nos dice que no podemos pasar la mercancía.
......
-Si; él está aquí, frente a mi. Si; se llama fulano
.....
-Si, señor, lo espero. Capitán, lo van a llamar.
-A mi nadie tiene que llamarme. Yo soy el responsable aquí, y ustedes me van a acompañar al destacamento.
-No hay problema. Deme solo 3 minutos y luego nos vamos.
Antes de los 3 minutos sonó el celular del capitán; al parecer era un número que él conocía ya que se puso pálido al instante.
-Si, buenas.
.....
-Si, señor.
.....
-A la orden señor, como Usted diga.
.......
-No hay problema, señor. Los despacho enseguida, señor.
.....
-A la orden, señor. Buenos días.
El capitán viró hacia el conductor de la camioneta, que esperaba tranquilamente y sonriente:
-Se pueden ir, señores, perdonen el inconveniente.
La camioneta salió lentamente del paseo y enfiló hacia Higuey, mientras el capitán la veía perderse en la distancia, con los sacos de cordelería, llenos de algo que parecía hierba, empacada como se empacan las hojas de tabaco, en los ranchos del Cibao.