miércoles, 9 de marzo de 2011

En Defensa de la Democracia

El Presidente de la República acaba de destituir al Director del Programa para el Desarrollo de la Mediana y Pequeña Empresa, PROMIPYME, luego de una avalancha de denuncias sobre malos manejos y supuestos actos indecorosos.

Estas denuncias podrían no ser ciertas; podrían estar fundamentadas en chisme o malquerencias contra ese funcionario. Pero él tuvo la oportunidad de salir en su propia defensa y no lo hizo. El pudo haber explicado, con tiempo,  su verdad acerca de las denuncias, y no lo hizo.

Como la responsabilidad del Presidente es la que queda en entredicho cuando un funcionario es cuestionado, al Jefe del Estado no le quedaba mas remedio que prescindir del subalterno acusado, porque, si no, su falta se le pegaba a él. 

Los dominicanos no votaron por ninguno de los funcionarios que el Presidente ha designado en puestos de alta responsabilidad y jerarquía. En quien todos depositamos nuestra confianza fue en Leonel Fernández. Por eso a él se le reclama por todas las faltas que aquellos cometen.

Es cierto que nunca se le felicita por las cosas que hacen bien. Pero, es que se supone que siempre tienen que hacerlo bien. No se nombra a nadie ni se elige a nadie con el pre supuesto de que lo haga mal.
Pero cuando lo hace mal, hay que sancionarlo de inmediato; y eso es lo que ha hecho en esta ocasión, por fin, el Presidente de la República.

Por eso yo, en nombre de todos los que votamos por él, me apresuro a felicitarlo y a exhortarlo a que lo siga haciendo así, y le aseguro que yo y muchos dominicanos más estaremos gritando:

BRAVO, PRESIDENTE