martes, 17 de julio de 2012

EL PLD Y EL GOBIERNO

Muchos Compañeros del Partido de la Liberación Dominicana se han dado a la tarea de enfrentar abiertamente a los que simpatizan con Leonel Fernández o a los que han ocupado puestos, importantes o no, en el gobierno, en los últimos 8 años.

Creo que algunos lo hacen por ignorancia y otros por tratar de congraciarse con el nuevo presidente o con los danilistas de viejo cuño, en el entendido de que así hacen méritos, para ser tomados en cuenta a la hora de los decretos.

Yo he dicho que si mi nombramiento depende de que hable o escriba en contra de un compañero, por su simpatía con Leonel, o a favor de otro por su simpatía con Danilo, me jo....

Sigo sosteniendo que las elecciones las ganamos todos, sin excepción. TODOS

Y si alguien era importante para ganar, no veo porqué ahora debamos pensar que ya no lo es. Todos los peledeístas, de arriba, del medio y de abajo se fajaron de campana a campana para lograr lo que para muchos parecía un milagro, en mayo del 2011.

Ese milagro solo fue posible con la unificación de todos los peledeístas, de todas las tendencias, de todas las corrientes, de todos los grupos, de los aliados y del sector externo. De todos por igual.

Así que ahora no es justo venir a menospreciar a unos y a ensalzar a otros.

Unos y otros olvidan algo fundamental: solo teniendo un Partido fuerte y cohesionado podemos garantizar nuestra permanencia en el Poder.

Las elecciones del 2012 lo acaban de demostrar
.
Pero algunos, por intereses mezquinos, están priorizando el gobierno sobre el Partido.

Craso error.

Poner la mira en el gobierno y olvidarse del Partido nos puede llevar a vivir la misma situación que padece hoy el Partido Revolucionario Dominicano, que a pesar de ser el partido más votado, ha perdido 5 elecciones consecutivas (y contando...).

Yo estoy convencido de que Juan Bosch no se equivocó cuando creó el lema del P. L. D., porque es sirviendo a Partido como se le sirve al pueblo, no sirviéndole al gobierno.

El gobierno debe ser un instrumento, en manos de buenos peledeístas, para servirle al pueblo, como éste se merece.

Por eso, atentar contra la unidad del PLD, en cualquier forma, debe ser visto como un acto de deslealtad al Partido y al pueblo.

Ernesto Rymer
La Romana