martes, 7 de junio de 2011

Mi perrito o mi mamá, a cual quiero más?

En todas las civilizaciones y en todas las culturas actuales, si tengo un perro al que quiero mucho y se me enferma gravemente, de manera de que no haya posibilidad de salvación, es norma y costumbre "ponerlo a dormir".

Esto se hace para evitarle sufrimientos a un animalito con el que nos hemos encariñado y al que nos hemos acostumbrado durante años. Preferimos acortar su vida para no verlo sufrir una agonía dolorosa e irremediable.

Pero si esa misma situación se nos presenta con un ser humano que nos es querido, como el caso de nuestra madre, lo obligamos a apurar hasta la ultima gota de sufrimiento, aun en contra de su voluntad, al punto que lo vemos desgastarse, consumirse y sufrir, sin ninguna otra posibilidad que la llegada de una muerte lenta, atroz e indigna.

Yo considero que no hay dolor mas grande que el de ver a un hijo o a una madre apagarse lentamente, en medio de dolores inenarrables, a causa de una enfermedad incurable y terminal, pero que no mata de una vez. Muchos han deseado ver el fin de sus seres queridos, pero no se han atrevido a pedir la ayuda necesaria para acortar su sufrimiento.


Me viene a la mente la imagen de la madre del Doctor Jack Kevorkian, el médico americano que ayudó a 130 personas a poner fin a sus vidas.


El contaba que vio a su madre desgastarse, de ser una mujer fornida a llegar a pesar apenas 40 kilos, a causa de un cáncer generalizado de los huesos y que ella le decía que era como tener un terrible dolor de muelas, las 24 horas del día, pero en todos los huesos del cuerpo.

Eso lo hizo dedicarse a ayudar a personas con ese tipo de dolencias a acortar su sufrimiento.

Y yo estoy de acuerdo. Porque si yo ayudo a mi perro, al que quiero mucho, a no sufrir, por qué debo soportar que mi mamá, a la que quiero infinitamente más, sufra sin esperanzas y ponga a sufrir a todos los que están a su alrededor.

Definitivamente, debemos considerar la legalización de la EUTANASIA .

2 comentarios:

  1. TOTAL Y COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON USTED,

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  2. Al leer este comentario me viene(n) a la mente muchos otros aspectos que influyen en la psiquis y en lo físico de los que están alrededor de esas personas y sin dejar de comentar lo económico. Mi abuela por parte de padre tiene once años postrada,lo demás ya lo saben

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