sábado, 26 de febrero de 2011

El problema del candidato.

En un país como el nuestro, con un desempleo formal por encima del 15%, y un subempleo de más del 20%, es difícil poder satisfacer todas las demandas de solución de problemas que se les presentan a los dirigentes políticos. Problemas que van desde un galón de gasolina para el motor, hasta una operación de corazón abierto, pasando por la obtención de un empleo o de una “botella”.
Si Usted es un dirigente político y está en un puesto de gerencia, en una institución del Estado, es una herejía que usted no pueda resolverle un problema que le plantea un familiar, un conocido o un correligionario.
La presión llega ser insoportable. Por ello, muchos funcionarios se olvidan de sus raíces y se aíslan, se esconden o se mudan, de barrio o de ciudad.
El problema estriba en que hay que volver a buscar los votos de esos mismos ciudadanos a los que se les ha dado la espalda cuando alcanzamos un puesto. Muchas veces, el darles la espalda no significa solamente no poder resolverles un problema sino negarles un saludo, dejar de dirigirles la palabra o incluso ignorarlos.
Luego, llegado el momento de volver a hacer campaña, te lo acuerdan y te lo cobran. Eso fue lo que le sucedió al PLD en las elecciones del 2000 y puede volver a pasar en las elecciones del 2012. En el caso nuestro se aplica perfectamente aquello de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Yo pensé que lo haríamos diferente en esta ocasión; pero no, estamos transitando por los mismos derroteros, cometiendo los mismos errores; y ahora peor, pues los principales funcionarios de la administración se han enfrascado en una carrera por la reelección, con o sin la anuencia del presidente de la República.
Creo que no se han detenido a pensar si la reelección verdaderamente  le conviene al PLD y si realmente la población la aceptaría. Estoy seguro de que el grupo que respalda al Presidente es mayoritario en el Partido y que nadie puede pretender llegar a ser candidato sin la anuencia de Leonel y de sus seguidores. Pero también estoy seguro de que la reelección divide al PLD y nos coloca más cerca de una derrota electoral que con cualquier otro candidato.
 Esto podría parecer una paradoja, así  que voy a intentar explicarlo:
Ahora mismo Leonel Fernández tiene el control del grupo mayoritario a lo interno del Partido y es el referente  o el principal activo que tenemos. Pero a su vez es el que concita la mayor tasa de rechazo de todos los posibles candidatos de la Organización.  El es quien recibe todos los elogios por las cosas buenas del gobierno y también quien cosecha todas las malquerencias por sus actuaciones y las de sus funcionarios.

Quien queda bien o mal parado por todo lo que se hace, o se deja de hacer desde el gobierno, es el Presidente de la República. Quizás no sea él el responsable, pero a él todo se le pega.


sábado, 19 de febrero de 2011

Corrupcion

Yo he llegado a la conclusión de que en nuestro país nadie está en contra de la corrupción.
Cuando oímos a alguien despotricando por  la corrupción rampante que campea entre nosotros, pensamos que esa persona puede ser un factor importante en la lucha contra ese flagelo. Pero, a seguidas nos decepcionamos cuando esa misma persona nos dice que fulano es un pendejo, pues está o estuvo en un puesto importante y no tiene nada o salió sin nada.
Por eso estoy convencido de que el 99% de la población está en contra de la corrupción si la comete otro, no del problema en sí.
Es el caso del concejal que denunciaba a los que le precedieron porque habían anunciado la aprobación de un permiso para la instalación de una distribuidora de gas, en un barrio populoso; pero con el cambio de autoridades, él se convirtió en el principal defensor de la aprobación de tal permiso.
Ahora, "la instalación de la planta de gas es un paso de avance para la comunidad y una muestra del desarrollo que está teniendo el municipio bajo la dirección de las nuevas autoridades edilicias".
Lo que no dice es que también significa un salto en su cuenta bancaria de un millón de pesos que antes no estaban.
Eso sí, él se permite hacer alarde de su honestidad y de su decencia; sale a la calle con aires de gran señor y va a los medios de comunicación a dar lecciones de correcta administración de los asuntos públicos.
Pero al mismo tiempo le muestra, y se ufana de demostrarle, a todo el que lo conoce su cambio de situación económica y social.
Y todos lo alaban por su éxito. Es un "tipo que sabe hacer política". En 6 meses que tiene en el cargo, ya está "bien montado y se le ve una nueva pinta".
Pero a costa de qué?
Seguiremos

jueves, 17 de febrero de 2011

Sigo con las diferencias

En mi OPINIÓN anterior inicié con la idea de las diferencias entre nuestros políticos y los de los países organizados. Pero por falta de espacio, no pude desarrollar la misma.

Permitanme volver al carril ahora.

Estuve viendo y escuchando al presidente de los Estados Unidos, dirigiéndose al Congreso de su país, en lo que allá se le llama "El Estado de la Unión". Es lo que aquí se conoce como la presentación de las memorias anuales de parte del Presidente, ante la Asamblea Nacional.

Allá, como aquí, se aprovecha la ocasión para esbozar lo que la administración se proyecta hacer en el futuro cercano, a un año, por ejemplo.

No quiero referirme ahora a lo que dijo, o dejó de decir el presidente Obama. Lo que quiero resaltar es que en el auditorio se encontraba el senador John McCain, quien fuera el contrincante derrotado por Obama en las elecciones de Noviembre 2008.

Pues resulta que el Senador McCain fue presentado en varias ocasiones por las cámaras de televisión, aplaudiendo de pie algunos párrafos de la alocución del Presidente.

En la cultura anglo sajona, cuando no se está de acuerdo con lo que dice el orador, no se aplaude. Cuando se está de acuerdo se aplaude sentado. Pero cuando se aplaude de pie, se quiere dejar constancia de la adhesión del que aplaude con los conceptos que está emitiendo el orador.

Esto me hizo soñar con ver a los diputados y senadores, de un partido de oposición en la República Dominicana, aplaudiendo los conceptos que emita un presidente con el que ellos no comulgan. Y aplaudirlo de pie, honesta y sinceramente, para decirle a la nación que lo que dice el presidente, aunque no lo cumpla, es lo que ellos desean para el país.

Si, ya sé: soñar no cuesta nada.

martes, 15 de febrero de 2011

Mas diferencias

Tengo que volver a referirme a mi OPINION del 11 de Enero, donde hablaba de la diferencia abismal entre los políticos dominicanos y los de los países organizados.

Estamos ahora ante una guerra, declarada, entre dos aspirantes a la candidatura presidencial por el principal partido opositor, en la República Dominicana. Cada uno tiene la convención ganada, sin espacio para que el otro ni siquiera se acerque a sus números.

Pero sucede que solo puede haber un ganador. Si cada uno tiene más del 70% de los votos que se van a emitir el 6 de Marzo, estaremos frente a un caso insólito, en el que el total sobrepasará con mucho el 100%.
Y después vendrá el diluvio. Porque ambos contendientes sólo están preparados para ganar, o ganar. Así que tendremos dos ganadores, con un amplio margen.

Las declaraciones, los anuncios de radio y televisión, no dan lugar a dudas: las posiciones son intransigentes, irreversibles e irreconcialiables. La división está a la vuelta de la esquina.

Entonces, las posibilidades de triunfo se alejan, ya que el partido de gobierno no va a dejarse arrebatar el poder así por así.

Y, aunque en este último la situación no pinta color de rosa, su unidad y unificación están mas cerca. Leonel Fernández es un factor de cohesión. Si él acepta y apoya al que sea elegido por las bases de su partido, le será muy difícil a la oposición derrotarlo. Y mucho más si está dividida.

...volveré.