Hola a todos
Este fue un documento que le envié a Danilo Medina en Febrero 2012, en el fragor de la campaña.
Hoy quiero compartirlo contigo y espero tu opinión.
Gracias.
Ernesto Rymer
La Romana
Me
van a permitir dirigirme al Compañero Danilo Medina por última vez.
Compañero
Danilo: es la última vez que nos dirigimos a Usted con esta apelación porque a
partir del 20 de mayo y para siempre, Usted
será para nosotros, aunque con el mismo cariño, Señor Presidente.
Compañero
Danilo, yo he dicho que la democracia es el gobierno de unos pocos, en
perjuicio de los muchos, pero con el apoyo de los muchos.
El
apoyo de los muchos se basa en la confianza. Los muchos creen que los pocos los
representan, que gobiernan por y para ellos.
Por
eso, los pocos siempre se preocupan por mantener esa confianza y cualquier
persona que atente contra esa confianza es condenada sin contemplaciones.
Los
ejemplos en los países democráticos organizados, más desarrollados que la R.D.
abundan, hasta en países que tienen cierta cercanía cultural, étnica y social
con nosotros, como es el caso de Puerto Rico.
En
Puerto Rico, un congresista del partido de gobierno no pasó una prueba de
doping, y sus propios compañeros de partido lo denunciaron y lo hicieron
renunciar.
En
el Estado de Illinois, en Estados Unidos, el gobernador insinuó la posibilidad
de hacer negocio con el escaño en el congreso federal, que había dejado vacante
Barack Obama, al asumir la presidencia de la nación.
Esto
provocó un escándalo de tal magnitud que el gobernador Blagojevich tuvo que
renunciar, pero la situación no paró ahí, si no que recientemente fue condenado
a 14 años de cárcel.
En
España, el yerno del rey está siendo sometido a la justicia por hacer negocios
algo turbios, o por lo menos sin cumplir con la debida reglamentación.
En
Alemania, el delfín del partido de gobierno, ministro de la canciller Angela
Merkel, cayó en desgracia porque se denunció que su tesis para optar por el título
de doctor de una prestigiosa universidad alemana había sido un plagio.
El
caso de Brasil es de antología. La presidenta Dilma Roussef ha separado de su
gobierno a 7 ministros en apenas un año. Y esto no necesariamente por actos de
corrupción comprobados. Ha bastado el rumor público y la incapacidad de los
incumbentes para aclarar satisfactoriamente la situación para hacerlos saltar
del cargo.
Entre
nosotros la situación da ganas de llorar.
Más
de un congresista, de nuestro Partido, ha sido acusado de agresión a su pareja,
de ejercer violencia intrafamiliar y eso no da lugar a ninguna reacción de
parte de sus colegas ni de parte del Partido.
Un señor, con rango de secretario de Estado, se
compra a sí mismo, unos terrenos en san Pedro de Macorís, haciendo un negocio a
todas luces nocivo para los intereses del Estado y nada pasa.
Un
coronel se descubre que tiene una casa de 17 o 18 millones de pesos, entre
otras propiedades, y nada pasa.
Todos
sabemos que aquí, el 99 % de los militares se ha enganchado a la Policía
Nacional o a los cuerpos militares por
necesidad vital, para poder subsistir. Entonces, es altamente sospechoso el
despliegue de poder, haberes y riqueza que exhiben muchos de nuestros hombres
de uniforme.
El
director del PRA se hace hacer una construcción millonaria con los recursos del
departamento que dirige y nada pasa.
El
hijo de un juez de la Suprema Corte de Justicia es atrapado ingresando al país
una cantidad de dinero que no puede justificar, pero se le entrega y nada pasa.
La
lista de situaciones irritantes, anormales, dolosas y hasta criminales es
interminable.
Yo
lo vi a Usted respondiendo una pregunta en el Telematutino 11, el jueves 12 de
Enero, Y acertadamente Usted dijo que en nuestro país, la corrupción está en el
cuerpo de la sociedad. Yo también lo creo así.
Pero
alguien debe empezar a cambiar las cosas.
Y
la voluntad de cambio tiene que estar en la cabeza del jefe del Estado.
Yo
he afirmado y reitero que todas las acciones ilícitas que se cometen en el
país, absolutamente todas, tiene un apoyo oficial. En algunas ocasiones ese
apoyo es de una autoridad civil, pero en la inmensa mayoría de los casos tienen
una autoridad policial o militar, de alto rango detrás.
Mencione
la actividad que quiera: narcotráfico, contrabando, trata de blancas, viajes
ilegales, falsificación de documentos, robos y atracos, fracturas y
escalamientos, robos de vehículos, prostitución de menores, empleo de mano de
obra inmigrante ilegal, etc., etc. Siempre encontrará una sombrilla protectora
con un uniforme rameado, con estrellas.
Yo
quiero ser parte del gobierno que empiece a enfrentar esa situación. Será duro.
Pero algún día debemos empezar. Y confío en que sea ahora, con el Compañero Danilo Medina como jefe del
Estado.
Porque
solo el jefe del Estado puede destituir; solo a la pluma del jefe del Estado se
le tiene miedo; solo la decisión firme del jefe del Estado puede controlar en
alguna medida la enfermiza tendencia que tenemos todos, en lo público y en lo
privado, de conseguir “lo mío alante”.
No
pretendemos que desaparezca la corrupción. No somos ilusos. Pero sí pretendemos
que se restaure la confianza de los gobernados en sus gobernantes.
Para
esto no necesitamos conseguir más recursos. Eso se puede lograr solo con
voluntad. Pero la primera voluntad tiene que ser la del Presidente de la
República. Hasta ahora no la hemos tenido.
Ahora
tenemos la oportunidad de hacer algo que realmente nunca se ha hecho: mostrar
la voluntad de enfrentar la corrupción.
Espero
no equivocarme confiando en Usted, compañero Danilo Medina. Yo creo en Usted, como ya cree la mayoría del pueblo dominicano.
Por
favor, ayude a su pueblo, entre a la historia, Presidente Danilo Medina.
Muchas
Gracias