jueves, 9 de junio de 2011

UN TRAGO AMARGO


El gobierno que preside Leonel Fernández se ha visto en la necesidad de someter al congreso un nuevo paquete impositivo, fruto de los acuerdos firmados el año pasado con el Fondo Monetario Internacional, FMI.
Aliados y adversarios coinciden en calificar esto como un trago amargo para la población dominicana. La diferencia estriba en las explicaciones que dan unos y otros sobre el origen, la necesidad y las consecuencias de ese trago.
Y uno de los aliados que mejor ha analizado el paso dado por el gobierno es Danilo Medina, el virtual candidato presidencial del partido en el poder.
El dice que este es un trago amargo para el propio gobierno, porque nadie en el mismo quisiera tener que aumentar impuestos o aplicar nuevos; lo es para los empresarios  que ven reducirse sus márgenes de beneficios y, sobre todo, lo es para la población, que lo ve como una amenaza a sus magros ingresos.
Pero también explicaba Danilo el viernes pasado que el gobierno de Leonel se ha visto compelido a realizar estos ajustes por factores internos y externos que no controla. Entre los internos se cuenta el desbarajuste que hicieron los que enfrentaron de forma politiquera la crisis de los bancos en el 2003. 
Los que crearon la crisis ahora culpan a Leonel de las consecuencias de lo que ellos hicieron. Enfrentar esa situación mantiene al país al borde del abismo y cualquier problema a nivel externo nos empuja a todos hacia la sima.
Por eso, para poder mantener nuestra balanza de pagos tenemos que firmar acuerdos con el FMI, y el que firma con el FMI tiene que ajustarse a las medidas que este recomienda o correr el riego de quedar aislado de la comunidad internacional, sobre todo a nivel financiero.
Y esto sería mucho mas grave para el país.
Pero esto no lo resaltan aquellos a quienes solo les interesa pescar en rio revuelto, señalando que todas las dificultades que se nos presentan son culpa del gobierno, y que ellos si saben como solucionar los problemas.
Como si no los conociéramos.
Ese sí  que sería un trago bien amargo.