lunes, 9 de enero de 2012

QUIEN GANARA LAS ELECCIONES?


Para ganar unas elecciones en la República Dominicana se necesita conjugar una serie de factores, algunos de ellos objetivos, pero la mayoría de ellos subjetivos.
Dentro de los factores objetivos tenemos el discurso del candidato, su oferta o plan de gobierno, el respaldo político partidario que pueda acumular y hasta el respaldo económico que pueda conseguir.
Pero con frecuencia los factores subjetivos resultan ser más importantes, sobre todo en nuestro país, donde una gran mayoría de la población es inmediatista y no se detiene a pensar en las conveniencias o inconveniencias del largo plazo, en las consecuencias de tener a uno u otro candidato como presidente de la nación.
Ya en el año 2000, vimos como la gente se volcó a votar a favor del candidato que representaba a José Francisco Peña Gómez, sin mirar si tenía un discurso elegante o creíble, si su plan de gobierno era realizable.
No. La gente se sentía en deuda con Peña, y la forma de pagar esa deuda era votando por el candidato que lo representaba.
Y una vez que se creó esa empatía, no hubo fuerza humana ni razón que se pudiera esgrimir para alertar a la población sobre el peligro de esa elección.
Ahora, doce años después, se pretendió repetir la historia. Pero ya no hay deuda con Peña Gómez. Y la situación ya no es la misma.
Ahora las condiciones objetivas están en su contra y quiero aquí referirme a una que me voy a permitir la libertad de colocar entre las subjetivas: la candidatura vicepresidencial.
El candidato del PRD eligió desde el primer momento a su acompañante de fórmula, el cual ha sido una figura anodina, sin ningún aporte, ni hacia adentro, y mucho menos hacia afuera de su Partido. Todo lo que podía aportar el candidato vicepresidencial perredeísta ya lo tenía el candidato presidencial.
Sin embargo, del lado de PLD las cosas pintan diferentes. Se está explotando la enorme popularidad de Margarita Cedeño, para hacer una campaña paralela, que hace que mucha gente, que originalmente no respaldaba a Danilo, se integre a apoyar la boleta peledeísta.
No hay la menor duda de que el candidato del PLD fue obligado a escogerla a ella como compañera de boleta, pero obligado por las bases del Partido y por los simpatizantes, no por la alta dirigencia, como maliciosamente han querido vender los  enemigos del PLD.
Margarita  Cedeño tiene un ángel que gusta y que encanta. Si bien es cierto que muchos nos opusimos a que ella encabezara la boleta, no es menos cierto que más del 90% de los peledeístas, de adentro y de afuera, le pedíamos a Danilo que la escogiera a ella como compañera de fórmula.
Y los resultados no se han hecho esperar. Ya prácticamente en todo el país la candidatura del PLD está encabezando los sondeos de opinión y ya hasta los propios simpatizantes perredeístas sienten que su Partido ha perdido la ventaja con la que comenzó la carrera hacia la presidencia, a mediados del año 2011.
Yo siempre he dicho que las mujeres no votan por las mujeres. Pero en el caso de Margarita Cedeño se ha dado un fenómeno inaudito en la vida política del país. Por primera vez yo siento que las mujeres se identifican con una de las suyas, que la sienten cerca, que ha calado y que ha hecho una empatía como ninguna otra había hecho en la historia de los Partidos dominicanos.
Por eso la campaña del PLD se puede hacer en dos frentes, vendiendo la imagen del candidato presidencial lo mismo que la de la candidata vicepresidencial. Eso no lo puede hacer el PRD. Y no hablemos de la posibilidad de un tercer frente con el presidente del Partido y del país, Leonel Fernández.
Con los factores objetivos a su favor y con ese factor subjetivo, entre otros muchos, que aporta la figura de la Primera Dama,  yo creo que la candidatura del PLD luce desde ya ganadora.
Para que eso no suceda deberá pasar algo grande en nuestro país, y no se vislumbra ninguna sombra oscura en el firmamento electoral.
Así que me atrevo a asegurar que ya sé la respuesta a la pregunta inicial de este trabajo: ya yo sé quien ganará las elecciones de mayo del 2012.